El rastro de Sergio Morate, que estuvo entre rejas por abusar presuntamente de su expareja, parece haberse esfumado. Tras el hallazgo de los cuerpos sin vida de Laura y Marina, los esfuerzos policiales se centran en localizar el paradero del hombre al que las jóvenes fueron a ver antes de desaparecer para siempre.

Marina, su exnovia, tenía que ir a recoger sus pertenencias a casa de Sergio del que se había separado. Al no fiarse de él, avisó a una amiga suya, Laura, para que le acompañase. Desde entonces, nada se sabía de las dos chicas, cuyos cuerpos han aparecido sin vida.

Vecinos de la localidad conquense de Chillarón, donde se ubica la finca propiedad de la familia de Sergio Morate, han asegurado que la familia del joven ha abandonado el pueblo desde el pasado lunes cuando comenzaron los registros policiales.