La política es un tema recurrente para padres e hijos en muchos hogares, como en el de Eva y a su hijo Carlos, que sí hablan de política en casa. Sin embargo, no en todos los hogares es así y la información política llega por las redes sociales, algo que indudablemente entraña riesgos.
"Es el escenario propicio para la información y para la desinformación por parte también, por ejemplo, de grupos populistas. Son mensajes sencillos, cortos, con poca razón, con mucha emoción, y esto hace que sean muy eficaces", explica Cristóbal Fernández, Vicedecano de Comunicación y profesor de Comunicación Digital en la UCM.
Y los datos así lo refrendan. Los grupos de ultraderecha en el Parlamento Europeo tienen diez veces más seguidores en TikTok que el Partido Popular Europeo: "Da cuenta de cuán importante es para estos grupos llegar a los más jóvenes y hacerlo a través de los canales que consumen habitualmente".
Así, la ultraderecha ha conseguido captar muchos votantes de una generación que es al mismo tiempo, según un reciente estudio, la que menor conciencia social tiene. "Se hace todavía más necesario una mayor educación en el ámbito digital, más valores, más ética para poder discernir y tener una conciencia al respecto".
Sobre todo ahora que en países como Alemania o Bélgica, los jóvenes de 16 años han podido votar en las elecciones europeas.