Hay una reyerta en un bar que continúa en la calle. En la puerta esperan tres policías nacionales de paisano que tratan de separar, entre ellos, a un hombre, que es reducido por un policía local.
Pero se escabulle y pasa por detrás del agente que va de naranja. En ese momento le arrebata el arma. Consigue placarlo un policía local y evita la tragedia ya que trata de disparar con la pistola, pero llevaba puesta el seguro y no lo consigue. Un auténtico milagro.
Según sindicatos policiales, estas situaciones se evitarían si llevaran la equipación necesaria.
"Las fundas que tenemos de dotación no son fundas antihurto, en situaciones como la que vivió el compañero son fáciles de extraer y fácil que te las arrebaten", asegura Pablo Pérez, portavoz del sindicato Jupol.
Estos hechos ocurrieron en Alcobendas, Madrid. La pelea se saldó al menos con un herido por un botellazo y dos detenidos, que son padre e hijo.
Una testigo asegura que "había dos personas, una toda ensangrentada y cuando llegó la Policía, que fueron cuatro o cinco coches, empezaron a retirar a la gente de la puerta".
El que trató de disparar, el padre, está en prisión provisional acusado de agredir a un agente y por tentativa de homicidio. El hijo está en libertad en condicional con cargos.