Justo después de actuar en el funeral de Aretha Franklin, Ariana Grande es abrazada por el obispo que oficiaba la ceremonia. Un gesto de acoso para muchos porque roza el pecho con su mano. La cantante, visiblemente incómoda, intenta apartarse sin éxito y el sacerdote lejos de percatarse agarra con más fuerza sin apartarse de ella.
El gesto ha despertado una ola de reacciones en twitter. El hashtag #RespectAriana ha sido trending topic durante horas y el reverendo ha terminado pidiendo disculpas: "No quería tocar el pecho de ninguna mujer, quizás me pasé de la raya y fui demasiado amigable. Pido perdón".
Pero no es el único motivo por el que el obispo ha tenido que disculparse. En el atril contó un chiste que muchos califican como racista: "Pensé que Ariana Grande era un nuevo plato en Taco Bell". Entre bromas dijo desconocer a la interprete, pensando que su nombre era el de un plato mexicano: "Pido perdón a Ariana y a su comunidad, fue un chiste que salió mal".
No es la única polémica que rodea a la figura de Ariana Grande en el funeral. Lejos de considerarla como víctima, muchos la acusan de llevar un vestido demasiado corto. Comentarios y titulares que para los fans de la cantante son machistas. A pesar del revuelo la artista no ha hecho ninguna declaración al respecto.
Las redes sociales, vehículo de la desinformación
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También se encuentra en este grupo Bertrand Ndongo. Sus mensajes se han centrado, sobre todo, en el parking de Bonaire, los suministros, la acción policial y de la AEMET. Todos han sido desmentidos.