¿Libertad de expresión dentro del humor o frivolizar el tema de que existen colectivos oprimidos? La polémica que disparó Rober Bodegas con unos chistes que aludían al colectivo gitano ha azotado la esfera pública desde hace días.
El humorista, integrante del dúo Pantomima Full, llegó a disculparse en las redes sociales tras recibir numerosas críticas e incluso amenazas por los chistes en los que, justificando que "ya no se pueden hacer chistes sobre gitanos", tiró de ironía para apelar al colectivo contando "chistes sobre payos".
Bodegas ha tenido que volver a recurrir a las redes sociales para anunciar que, viendo que el colectivo ofendido no ha aceptado a las disculpas, dejará a la justicia hacerse cargo del tema.
Ha argumentado que, tras las numerosas amenazas recibidas, los colectivos que denunciaron su monólogo deberían haberse pronunciado condenando esas amenazas o pidiendo la retirada de estas, muchas de ellas publicadas en vídeo. "Esas amenazas y conductas agresivas son incluso más perjudiciales que cuatro chistes", explica Bodegas.
Además, refiriéndose al presidente de la asociación Sociedad Gitana Española, Sinaí Gómez, ha ironizado: "Lo que tenemos en común payos y gitanos es que ambos elegimos a líderes corruptos que atentan contra nuestro propio pueblo".
El humorista, antes de acudir a la Policía por las amenazas, ha decidido dar un repaso, a través de varios tweets publicados en su cuenta, a los chistes en los que se refirió, indirectamente, a la comunidad gitana y por los que ha suscitado tanta polémica. Recalcando su "predilección por hablar de tabúes o temas controvertidos", a través del humor.