Solo 100 metros separan la casa de los abuelos de Gabriel de la de sus primos. Es es un camino de las Hortichuelas donde se le pierde la pista alrededor de las 15.30 de la tarde, una distancia que solía hacer corriendo. Por eso, sus padres descartaron desde el principio que se hubiera perdido.
Comienzan las primeras batidas en la zona. Durante varios días, más de 2.600 voluntarios buscan a Gabriel. La única pista que encuentran es una camiseta interior blanca que llevaba el día que desapareció.
La encontró Ana Julia, la pareja de su padre. La camiseta estaba seca y limpia, lo que la convirtió en la principal sospechosa. Sus padres y toda Almería mantenían viva la esperanza. Sin embargo, tras 12 días de búsqueda, la Guardia Civil halla el cuerpo sin vida del niño. Lo encuentran en el maletero del coche de Ana Julia cuando trasladaba el cadáver desde la finca familiar hasta su domicilio.
La autopsia revela que el pequeño murió horas después de abandonar la casa de sus abuelos. Según la propia Ana Julia, le asfixió durante una discusión y mantuvo el cuerpo escondido durante 12 días.
La asesina confesa permanece desde entonces en la cárcel almeriense del Acebuche. Ahora la Audiencia Provincial de Almería debe fijar la fecha para la celebración del juicio. "Vamos a luchar mientras nos quede una gota de fuerza porque se haga justicia por Gabriel", afirmó su padre.
La Fiscalía y el abogado de la familia solicitan para Ana Julia la prisión permanente revisable.
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