España está a punto de acabar con la celebración del 'bombero torero'. El Pleno del Senado ha votado este miércoles la prohibición por ley de los espectáculos o actividades que atentan contra la dignidad de personas con discapacidad. El Proyecto de Ley de Trasposición de Directivas de la Unión Europea afecta a las compañías en las que trabajan personas con acondroplasia en España, como el 'bombero torero'. No obstante, el texto tendrá que volver al Congreso para su aprobación definitiva.
El texto ha salido adelante con la abstención del PP y el rechazo de Vox y tendrá que volver al Congreso para que ratifique los cambios introducidos por la Cámara Alta. Jesús Martín Blanco, director general de los derechos de las personas con discapacidad del Gobierno, ha celebrado esta decisión tras 20 años de lucha y ha asegurado a laSexta que "no caben equidistancias de poner en una plaza pública a personas que miden 1,30 cm para reírse de sus cuerpos".
En la misma línea, se ha expresado Susana Noval Iruretagoyena, directora de la Fundación Alpe Acondroplasia, quien ha expresado que las personas con acondroplasia están "utilizadas" en estos espectáculos "para la mofa, para la denigración pública, no son contratadas por su valía o su formación. Están contratadas por su discapacidad".
Sin embargo, para Paúl Muñoz y sus compañeros toreros cómicos, es una injusticia. "En ningún momento se han puesto en contacto con nosotros para decirnos qué nos parece o qué planes tenemos después de que esto se prohíba". Paul, además, señala que es su trabajo, su "pasión". "A nosotros nos gusta, nos nace y no sé por qué nos lo quieren quitar", ha manifestado. Y si estos 'shows' se acaban, a ellos les quedan trabajos con remuneraciones más bajas, según denuncian. "Con 600 euros no llega nadie a fin de mes", ha asegurado Paul.
Desde el Ministerio de Derechos Sociales les ofrecen alternativas de empleo. Tal como ha explicado Jesús Martín Blanco, se pondrá en marcha "un programa con casi 300.000 euros para que estas personas puedan tener un trabajo digno" y acabar con el estigma.
Iniciativa de Cermi
Las personas con discapacidad, agrupadas en asociaciones como el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi), han librado la batalla legal para que este tipo de espectáculos dejen de existir y han recibido el apoyo público del director general de Discapacidad del Ministerio de Derechos Sociales: "El enanismo no es ninguna profesión; en España no hay bufones, sino personas", ha aseverado a Efe.
Ahora las Administraciones públicas, en el ámbito de sus competencias, deberán promover políticas, estrategias y acciones públicas, en cooperación con las organizaciones sociales, para que las personas con discapacidad que laboralmente intervenían en esos espectáculos "puedan transitar a ocupaciones regulares".
La reforma de la ley de discapacidad para prohibir estos actos era un compromiso que asumió el Ministerio de Derechos Sociales, que en numerosas ocasiones ha pedido públicamente la cancelación de estos espectáculos al considerar que denigra a las personas con acondroplasia y atenta contra la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
Se incluye finalmente en una ley que traspone cuatro directivas de la UE sobre accesibilidad de productos y servicios, migración de personas altamente cualificadas, tributaria y digitalización de actuaciones notariales y responsabilidad civil por daños nucleares o por materiales radiactivos.
"Somos libres"
Las compañías, que dan trabajo actualmente a unas treinta personas, consideran que es "una auténtica aberración" que echen el cierre a un trabajo profesional que les gusta, del que viven sus familias, por el que cotizan y que cumple las normas de los espectáculos taurinos.
"No hay en ningún sitio donde se diga que para ser actor humorístico tienes que tener una altura, una raza o una etnia; estamos bastante disgustados porque nadie nos ha preguntado y dan por sentado que se denigra o se ríen de las personas y es al contrario: el respeto que nos tienen es impresionante", según explicó a Efe Daniel Calderón, responsable de Diversiones en el ruedo y sus enanitos toreros.
La compañía que dirige Daniel Calderón se define en redes sociales como un "espectáculo cómico taurino que inculca los valores de la tauromaquia entre familias" y la componen 14 personas, "7 de talla baja". "Comemos de ello; es una auténtica aberración que, encima que tienes la oportunidad de trabajar en algo que te gusta, que eres un profesional que cotizas legalmente, te lo prohíban; es como si por ser rubia en tu trabajo no te dejaran ser periodista: no se entendería", señala.
Argumenta que ellos no son el problema, "sino los que piensan de manera tan compleja" de que su trabajo es una vejación hacia las personas con discapacidad. "Los que estamos en el espectáculo somos libres, ejercemos el trabajo que queremos y nadie nos obliga a nada, es algo inexplicable lo que pasa en España", insiste este empresario, que recuerda que trabajan en Francia y Portugal, países donde no tienen ningún problema.