Recuperarse del golpe de Gloria para algunos no está siendo nada fácil. En este camping de Malgrat, en Barcelona, las lluvias torrenciales han arrastrado ramas, vallas y todo lo que encontraron a su paso. La imagen es de absoluta devastación.
Pero para Mercedes esta es su hogar, lleva dos años viviendo en una caravana. "Para acceder, estaba todo lleno de barro. El agua ha llegado dentro de la caravana y estaba toda la parte de abajo inundada", lamenta.
A pocos metros, en Pineda del Mar, los vecinos intentan recuperar el paisaje perdido. Son voluntarios, recogen plásticos, macetas, todo lo que el mar ha devuelto en los últimos días.
"Yo no he visto esto así jamás", asegura un hombre. "No sé la faena que esto conlleva y el gasto que traerá detrás, es una pena", sostiene una mujer.
Diego, además, sufrió también los daños de la borrasca en primera persona: "En casa, la tormenta se me ha llevado todo, me ha arrancado los cristales". La fuerza del viento arrasó la terraza de su casa y rompió incluso los cristales de las ventanas.
Los destrozos se extienden por todo el litoral mediterráneo. Peñíscola ha sido uno de los puntos más dañados de la Comunidad Valenciana. Hoy el presidente del Gobierno ha comenzado a evaluar ahí los daños sobre el terreno.
"Muestro desde el Gobierno de España las condolencias con la docena de personas que desgraciadamente han fallecido como consecuencia de la borrasca Gloria. Todos los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado están haciendo lo indecible para encontrar a las personas que a día de hoy permanecen desaparecidas", ha asegurado el Presidente.
Teodoro García Egea, secretario general del PP, se ha acercado esta hasta la playa del Port de sant Miquel, en Ibiza. En las costas baleares, los restos de gloria también son todavía muy visibles.
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