Cinco meses después de la declaración del estado de alarma en nuestro país y con la cifra de contagios subiendo en los últimos días, todavía quedan dudas sobre cómo actúa el coronavirus.
¿Cómo se producen los contagios?
"La diferencia entre la transmisión por gotas y la transmisión por aerosoles es cada vez más difícil de establecer", sostiene Juan Gestal, catedrático de Salud Pública de la Universidad de Santiago de Compostela.
En estudio está también la carga viral necesaria para contagiarse. "No se sabe cuánta carga viral haría falta para que alguien se infecte, eso depende de cada persona", apunta José Antonio López Guerrero, director del Grupo de Neurovirología de la Universidad Autónoma de Madrid.
"Se ha visto que la carga viral es igual en los asintomáticos como en aquellos diagnosticados, son por tanto igualmente contagiosos", añade Gestal.
¿Cuánto dura la inmunidad?
La mayoría, una vez superada la enfermedad, adquiere anticuerpos pero estos descienden con el paso del tiempo. "No se sabe cuánto tiempo dura la inmunidad porque se ha visto que a los pocos meses los anticuerpos empiezan a bajar, eso no significa que perdamos inmunidad puesto que podemos seguir teniendo células de memoria", explica López Guerrero.
La Organización Mundial de la Salud tampoco lo confirma. "Hay países que sugieren que un individuo ha podido contagiarse por segunda vez", dijo Maria Van Kerkhove, del Programa de Emergencias de la OMS.
Los niños son otro de los colectivos en los que fijarse: se les llegó a llamar supercontagiadores. "No parece que estén contagiando tanto la enfermedad como se pensaba, sino que la contagian igual que los adultos, e incluso menos", apunta Carmen de la Torre, pediatra del hospital San Juan de Dios de Córdoba.
¿Cómo será y cuándo llegará la vacuna?
"Nosotros manejamos unos plazos del verano que viene, podríamos iniciar la fase 1 de la vacuna en humanos antes de fin de año", respondía en Al Rojo Vivo Vicente Larraga, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Con las cifras aumentando surge la pregunta de si estamos ya en una segunda ola. "No sabemos exactamente cómo tenemos que definirla. Podría ser, o podría no ser", contestaba Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias.
Lo que sí sabemos, dicen los expertos, es que será la investigación científica la que nos permitirá resolver aquellos interrogantes que nos plantee el virus.
¿Cuál es el origen de la COVID-19?
Podría haber saltado de alguna especie de murciélagos, usados como alimento en medicina tradicional china, aunque todavía se desconoce cómo dio el salto entre especie y cómo se adaptó para sobrevivir.
¿A quién afecta?
Afecta a todo el mundo, siendo los niños los que presentan cuadros más leves y los mayores con patologías crónicas los que cuentan con mayor tasa de mortalidad. Más del 80% de las muertes se han registrados en mayores de 70 años.
"Nos enfrentábamos a muchos pacientes que tenían factores de riesgo y venían a nuestras consultas con síntomas y muchos con síntomas graves", explica José María Molero, de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria.
¿Cómo se contagia?
Mediante gotas respiratorias superiores a cinco micras y al tocar superficies contaminadas seguido del contacto con la mucosa de la boca, la nariz y los ojos.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas más característicos son fiebre, tos y dolor muscular, pero también una pérdida total del sentido del olfato o del gusto.
¿Tiene tratamiento?
En estos momentos se emplean, principalmente, dos fármacos: el Remdesivir, un antiviral que ya se probó en el Ébola y acorta el periodo de la enfermedad, y la Dexametasona, un corticoide que previene las complicaciones derivadas de la inflamación pulmonar.
"El Remdesivir trata el virus, por lo tanto, es muy activo en las fases iniciales de la enfermedad. Por el contrario, la Dexametasona lo que trata son los efectos inflamatorios más tardíos, los que aparecen al cabo de siete u ocho días de evolución de la enfermedad", asegura Benito Almirante, jefe del Servicio de Enfermedades infecciosas del hospital Vall d'Hebron.
De momento, la mejor cura, dicen los expertos, sigue siendo la prevención y de eso también hemos aprendido.
Ahora, cinco meses después, ya sabemos cómo taparnos al toser o estornudar. Sabemos que tenemos que usar mascarilla y que es importante que nos lavemos las manos con frecuencia. También que hay que evitar tocarse la cara y que debemos guardar una distancia de seguridad de, al menos, metro y medio, que no podemos besarnos ni abrazarnos como lo hacíamos antes. La clave es que solo así, juntos y responsables conseguiremos parar al virus y volver a la antigua normalidad.