Unos conejos domésticos han desenterrado en el jardín de una casa de la ciudad neerlandesa de Amersfoort los restos de al menos tres personas que datan de finales del siglo XIX, según los resultados preliminares de una investigación que están llevando a cabo la policía neerlandesa y el instituto forense de Países Bajos.
La policía neerlandesa ha explicado hoy que recibió un aviso el lunes por la noche cuando los niños de la familia que reside en el chalé vieron huesos en un agujero excavado por sus mascotas. Un equipo de especialistas que se acercó a la casa confirmó que se trataba de restos humanos e inició una investigación, cerrando el acceso a personas no autorizadas al jardín.
“Se nos dijo que los conejos cavaron y posiblemente desenterraron huesos. Encontramos una mandíbula inferior y un trozo de cráneo, lo que fue razón suficiente para investigar lo que era aquello. Llamamos al departamento forense y al departamento de investigación criminal”, ha señalado Diederik Heuveling, oficial de barrio en Amersfoort, en un mensaje en Instagram.
Más Noticias
Ecologistas denuncian la tala de 600 árboles por las obras de una nueva línea de metro de Sevilla
Un camionero expulsa a latigazos a un grupo de mujeres migrantes que se habían colado en su remolque
El cadáver hallado en Tenerife pertenece a Jay Slater, el joven británico desaparecido hace casi un mes
La complicada maniobra de seis horas para retirar el autobús accidentado en Tordera
A Coruña se llena de basura por la huelga indefinida de los trabajadores de limpieza
Imágenes policiales de los restos muestran unos cráneos y una mandíbula sin dientes que se calcula que datan de entre 1880 y 1900, según los investigadores policiales, aunque según los residentes “allí solía vivir un miembro de la resistencia” durante la Segunda Guerra Mundial y se sospechaba en un principio que podía estar relacionado con él. “Se cree que los cráneos se usaron en algún momento para investigación científica y luego se enterraron. Que no habría crimen”, señaló Heuveling, a la espera de una confirmación. El Instituto Forense de Países Bajos (NFI) está investigando quién vivía en la casa en aquella época y cómo llegaron los restos óseos al jardín de este chalé.