Andrew Bennet Ross, de 37 años, se enfrentaba a cargos de abuso infantil agravado por torturar a la hija de dos años de su pareja en el condado de Escambia, en Florida.
La investigación, según recoge 'The Sun', comenzó cuando la madre de la pequeña la llevó al hospital pensando que tenía una enfermedad cutánea, pero lo que realmente le ocurría es que el novio de la madre le había hecho quemaduras en el cuello mientras dormía.
Las pruebas definitivas las encontraron los agentes gracias a las cámaras de vigilancia de la habitación donde se encontraba la cuna la niña. En las imágenes, se observaba al hombre quemando con un mechero a la pequeña mientras dormía o poniéndole un collar para perros y dándole descargas eléctricas.
Además, Bennet también grababa el maltrato con su propio teléfono móvil. El sheriff del condado, tras investigar el caso, declaró durante una rueda de prensa que "si puedes pensar en algo que podrías hacer para aterrorizar a un niño, esta niña ya lo ha vivido".
Un día antes de asistir al juicio que tenía el dos de mayo, el acusado fue encontrado ahorcado en la cárcel. Los primeros indicios de la investigación que se ha abierto indican que las lesiones fueron autoinfligidas.
Forzada a alquilar su vientre
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¿Qué pasó? Kyrstena Murray se sometió a un tratamiento de fertilidad con un donante anónimo, pero al dar a luz, el bebé era negro, cuando ella había pedido un donante blanco. Las pruebas de ADN revelaron la negligencia: la clínica le había implantado el embrión de otra pareja.