Introducen las muestras en una caja hermética, las colocan en el dron y las envían a otro hospital. Es la última novedad que incorpora el sistema sanitario de Suiza. Y no es el único, una miniambulancia acude a una llamada de emergencia. En su interior hay un desfibrilador preparado para utilizar. Un nuevo 061.
Como este es también el proyecto que prepara una empresa alicantina también para este país. "El objetivo es poder llega a cualquier parte de Suiza en menos de dos minutos", señala un trabajador de dicha empresa.
Buena parte de su flota está enfocada a la medicina. Por ejemplo, con un dron pretenden erradicar la transmisión del Zika en Zimbawe. En el depósito introducen los mosquitos estériles, a continuación lo lanzan y así reducen la población infectada.
Con otro dron ya prueban el transporte de heridos en camilla. Ventaja que ya aprovechan muchas ONG para agilizar el suministro de vacunas y los diagnósticos.
"Lo que podemos hacer es transportar las muestras de sangre de ese niño de una manera rápida, cosa que antes podía llevar días o incluso semanas", asegura la portavoz de UNICEF en España, Blanca Carazo.
Trabajos que aún en España no permite la normativa a pesar del rendimiento que se les podría sacar, por ejemplo en la cadena de trasplantes de órganos.
Rafael Matesanz, exdirector de la Organización Nacional de Trasplantes, asegura que "sería más rápido y lo que perseguimos todos los trasplantadores es que pase el menor tiempo posible entre que se extrae el órgano y se trasplanta".
Ideas que aquí tendrán que esperar para poder echar a volar.
Las razones
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El kayakista Ryan Borgwardt, desaparecido en agosto de este año, no estaba muerto. Según han descubierto los investigadores, el hombre había contratado un seguro de vida y decidió fingir su muerte para cobrarlo. Esta es la historia de película.