Dejan su casa, su escuela de toda la vida, y vuelven a empezar en otro país. Los estudiantes extranejros vienen de fuera y pasan procesos de duelo, entender el sistema educativo, dejan detras muchas cosas", cuenta a laSexta Laia Bernas, directora del AFEV (Voluntariado Social Universitario). En el curso 2021-2022, el número de alumnos extranjeros en el sistema educativo español no universitario ascendió a los 880.000, lo que supone un 11% del alumnado total.
"Estos niños han venido porque sus familias les han traído, pero están echando en falta a sus amigos y la forma de vivir de sus países de origen", explica Karlos Ordóñez, de SOS Racismo. Se concentran principalmente en Cataluña, Madrid, la Comunidad Valenciana y Andalucía. "Uno de cada cuatro o cinco niños está sin papeles", denuncia Ordóñez. Los extranjeros se escolarizan un 20% más que los españoles en centros públicos.
Y eso lleva en muchas ocasiones a situaciones de discriminación: "Hay equivocadamente una perecepción de que la escuela donde hay población inmigrante es de baja calidad. Ellos, por su parte, ven que no pertenecen muy bien a este sistema y esta sociedad, y que les afecta", subraya Óscar Prieto, profesor de la Universitat de Girona. Para evitar esta brecha entre jovenes, los profes de las comunidades explican a los niños que todo lo nuevo es una oportunidad.
Por ejemplo, a la hora de aprender un idioma. "Se rebelan. Nosotros intentamos explicarles que, en lugar de ser una imposición, debe ser una oportunidad", apunta Karlos Ordóñez. Hay asociaciones que fomentan el vínculo de los estudiantes extranjeros con mentores. "Lo que hacen para empezar es abrirle el imaginario porque muchos de estos chavales no se imaginan en estudios superiores", lamenta Laia Bernas. Se intenta así efectuar una manera de potenciar el sentido de pertenencia, tan importante para cualquier pequeño.