Uno de los testigos que compareció ante el Tribunal Togado Militar Central número dos de Madrid ha declarado haber escuchado al cabo Jiménez expresar que no sabía nadar poco antes de su trágico fallecimiento durante unas maniobras en Cerro Muriano, Córdoba. Este testimonio es parte de la investigación en curso sobre las circunstancias que rodearon la muerte de dos soldados en diciembre del año pasado.

El testigo también detalló que las condiciones en las que se llevaron a cabo las maniobras eran extremas, aunque consideradas necesarias para entrenamientos futuros en países bálticos, según afirmaciones del capitán a cargo de los ejercicios. Sin embargo, los informes de los Grupos de Especialistas de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil han señalado deficiencias significativas en las medidas de seguridad, incluyendo la falta de recursos básicos como ambulancias y personal sanitario adecuado, así como problemas con la cuerda utilizada como línea de vida.

Durante las audiencias esta semana, se espera que el tribunal interrogue a siete mandos de la base de Cerro Muriano, incluyendo coroneles, tenientes coroneles y comandantes, sobre su responsabilidad en la planificación y ejecución de las maniobras que resultaron mortales. Las acusaciones potenciales incluyen delitos contra la eficacia del servicio, debido al presunto incumplimiento de deberes fundamentales que pusieron en riesgo tanto recursos como la seguridad de las fuerzas involucradas.

Una vez concluyan las declaraciones, se anticipa que el juez militar emitirá un auto de procesamiento contra aquellos investigados que se determine que tienen responsabilidad en el caso, basándose en los informes presentados por la Fiscalía Militar y la acusación particular en representación de los familiares de los soldados fallecidos.