El acoso del tenista francés Maxime Hamou a una periodista, desgraciadamente tiene muchos precedentes. Durante una entrevista al actor Vin Diesel, la periodista brasileña Carolina Moreira tuvo que escuchar frases como estas: "¡Dios! Es tan guapa, tiene una cara tan bonita, ¿cómo voy a seguir la entrevista? Mirad qué mujer". El actor, insistía en promocionarse a sí mismo: "Vamos de aquí, vamos a comer".
Después, ella contó su malestar tras el acoso machista: "No sabía qué hacer, sonreía y sonreía porque estaba en una situación delicada".
En EEUU, un hombre inició una moda muy concreta de cosificar a la reportera, gritarles en directo algo así como "me la follaría". De esta forma, se elimina cualquier posibilidad de no emitir la vejación. Rápidamente se virilizó
Hasta que una reportera canadiense decide responder: "Decir eso ante los espectadores es irrespetuoso y degradante".
La periodista belga Esmeralda Labye recibió continuos acosos durante una cobertura del carnaval de Colonia. No obstante, la mayor vejación llegó al acabar la conexión, sólo se emitió medio segundo, le manosearon un pecho. "Sólo pude decirles que no me tocaran", explicó después la reportera.
Pero el acoso más antiguo es el de besar a la reportera, lo que por cierto no es premio que esperamos por hacer nuestro trabajo.
Una noche aguantando el aliento
Horas de pánico y mucha agua en Benamargosa donde el barro llega hasta el altar de la Iglesia
En Vélez-Málaga la corriente también se ha abierto paso entre sus calles. Allí ha habido zonas en las que los vecinos se quedaron atrapados, ya que "de buenas a primeras entró el agua para dentro".