Una treintena de franquiciados se han sumado a la denuncia por presunta estafa, organización criminal, coacciones y delitos informáticos contra el Grupo Restalia en la ampliación que se presentará ante el Juzgado de Instrucción Número 52 de Madrid, donde se abrieron diligencias previas contra 29 sociedades vinculadas al grupo - incluidas 100 Montaditos, La Sureña y The Good Burger -. La mayoría de ellos, como Julián Gil, invirtieron porque creían que era un negocio seguro. "Y maldita la hora", confiesa a las cámaras de laSexta.

Julián y sus dos socios llevaban toda la vida trabajando en la hostelería. Hicieron cuentas y vieron que podría ser rentable. "Al principio fue todo muy ilusionante, invertimos mucho dinero y la realidad fue luego que fue casi nuestra sentencia de muerte", relata Gil. Enrique Cebeira también vio como su ilusión se desvanecía. Para él era su modo de vida: "Tenía una inversión muy grande, todo era para el negocio. De disfrutar a que sea la peor pesadilla de mi vida".

Como él, 31 establecimientos se han unido para denunciar a Restalia por un supuesto delito de estafa. Rafael Franco, abogado, señala que en el caso hay una captación indiscriminada de franquiciados bajo promesas de alta rentabilidad absolutamente irreales. Los primeros problemas comenzaron a llegar cuando los acuerdos con los proveedores hacían inviable la franquicia.

Jose Lombardía, franquiciado, asegura que pocos meses después de la apertura cambiaron prácticamente el 30% de la carta reduciendo sándwiches y la oferta de producto en producto. Jose ahora está divorciado y cuenta que ha necesitado ayuda psicológica. "Por las perdidas y perdidas mes tras mes", añade.

Algunos franquiciados denuncian además alimentos en malas condiciones y coacciones. Julian Gil cuenta que le amenazaron contar el suministro informático. LaSexta se ha puesto en contacto con Restalia pero de momento, no hemos recibido respuesta.