Preparar un presupuesto, reservar con antelación y ser flexible en el destino son algunas de las recomendaciones que se deben de tener en cuenta para ahorrar en vacaciones. No obstante, otras menos conocidas, pero muy ventajosas son las que persiguen compartir gastos. Por ello, va en aumento el número de familias que intercambian viviendas en vacaciones y coches.

Tindaya, la pequeña que se puede ver en el vídeo superior de esta noticia, despierta de la siesta en una cama con vistas a los fiordos de Noruega. "El alojamiento supone una importante parte del presupuesto del viaje", explica su madre, Lucía Sánchez. En este país los hoteles oscilan entre los 150 y 300 euros por noche.

"Un día y medio en Noruega te puede salir por 400 o 500 euros viajando". Sumando solo comidas y cenas, sin grandes lujos. De ahí que Lucía y Rubén se decidieran a recorrerla en furgoneta. Porque a pesar del incremento de la gasolina, viajar de esta forma puede suponer un ahorro de más del 50%.

Ya en la ciudad, en Oslo, Koke recorre la que será su nueva casa, a coste cero, durante las próximas semanas. "Es una red en la que muchas personas estamos dispuestas a intercambiar nuestra casa para viajar a la casa de otra persona", cuenta Lucía Sánchez. Una práctica que ellos hacen de forma habitual y que en los últimos años se ha disparado un 48%

El uso compartido también ha llegado al mundo de la náutica. Hay empresas que ofrecen la posibilidad de compartir una embarcación. Sin tener que pagar amarre, mantenimiento y seguro y navegando las veces que uno quiera. Son otras fórmulas que nos permiten seguir disfrutando de las vacaciones sin vaciar, del todo, nuestros bolsillos.

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