Steven Tartt, británico de 32 años, se hospedaba en un hotel de Santo Tomás en Menorca y mientras descansaba en la piscina del establecimiento, vio como dos niños de siete y seis años se estaban ahogando. Sin dudarlo saltó a la piscina a salvarlos, realizando el trabajo del socorrista.
El socorrista de la piscina, después de lo ocurrido, fue despedido de inmediato y el hotel, según recoge 'The Sun' le mandó una botella de vino a la habitación para agradecer a Steven su acto heroico.
Pero Tartt, no contento con esto, exige a la compañía de turismo, donde organizó su viaje vacacional en junio, una compensación por su acto y por realizar el trabajo de un socorrista. También asegura que arruinó el resto de sus vacaciones y tuvo que cogerse una semana más debido a que el suceso le dejó traumatizado.
En sus redes sociales el turista expone lo ocurrido y asegura que la agencia no se ha hecho responsable de su logro. "Porque elegí saltar, entonces es mi responsabilidad" comentaba indignado el británico.
Su familia ha interpuesto una denuncia
Un menor de 13 años, en el hospital tras recibir una paliza a la salida de un instituto de Granada
Un estudiante del mismo centro educativo le zancadilleó a las puertas del centro y comenzó a patearle. Fuera, continuó increpando al joven y golpeándole ante la mirada de las madres y de los padres que allí esperaban.