Las fuertes lluvias y tormentas que ha dejado la DANA en las islas Baleares, que continúan en alerta de nivel "amarillo", ha dejado imágenes difíciles de olvidar. Barcos encallados y volcados en las playas y pasajeros varados en sus aeropuertos. Especialmente en el de Mallorca, una de las islas más afectadas por el temporal y cuyo aeropuerto es un auténtico caos en estos momentos. Muchos se han visto obligados a pasar allí la noche al ver cómo sus vuelos están siendo retrasados o, incluso, cancelados.

A pesar de que algunos se lo quieren tomar con humor, lo cierto es que muchos están esperando desde hace horas con sus bártulos veraniegos y sus ensaimadas haciendo equilibrio sobre la maleta esperando una solución. Algunos han optado por coger un hotel, eso sí, a pecio de oro: "Hemos pagado casi 1.000 euros por dos noches", afirma una mujer afectada por el temporal.

Hay familias que van volver separados, cada uno en un vuelo. "Nos ha salido carísimo", se queja otro afectado. Otros han perdido el dinero de sus vacaciones, tal y como se lamenta una turista: "El coche que alquilamos y la noche de hotel los hemos perdido"

Días libres que se consumen esperando un vuelo que no tenga overbooking: "El siguiente vuelo salía dentro de tres días, ya de qué te sirven las vacaciones", explica una turista, que se encuentra esperando en el aeropuerto de Palma de Mallorca a que le brinden una solución.

Aquellos que están ahora de vacaciones en el Mediterráneo también se han encontrado un tiempo que no esperaban, nublado y con chubascos en algunas zonas. "De camino nos tuvimos que refugiar bajo un techo porque empezaron a caer unas rocas (de granizo) que te partían la cabeza. También volaban los cubos por las calles", describe la escena un hombre, que ha sufrido las inclemencias del tiempo en la costa mediterránea.

Eso sí, los expertos piden no cometer irresponsabilidades motivadas por el ansia de vacaciones y tomar precauciones, como evitar salir a fondear, que ha dejado barcos destruidos en Baleares debido a que sus patronos pensaban que no sería para tanto el temporal, o coger autobuses para visitar lugares de difícil acceso.