Nieves representa la lucha, la fuerza y el dolor de una madre: "La tuve que dejar morir y no pude hacer nada. Ver como se marchaba es muy duro, y los médicos hicieron todo lo que podían, pero ya no estaba en su mano".
Lucía murió con siete años hace sólo un mes, y no pudieron hacer más porque hace décadas que no se investiga sobre el tipo de cáncer cerebral que sufría, con una tasa de supervivencia de solo un 1%.
"Tenemos unos médicos maravillosos que luchan cada día por encontrar nuevos tratamientos para salvar a nuestros hijos, coño pues ayudemos invirtiendo en ello, porque nuestros hijos se mueren". La madre de Lucía escribió, antes de que la pequeña muriera, en una carta a todos los partidos, pero tan solo una diputada socialista la escuchó y ayudó, por eso manda un duro mensaje a los políticos: "En vez de discutir tanto todo el día, que salgan a la calle, que vayan a los hospitales, no sólo el día del cáncer infantil para sacarse una foto, sino a conocer a muchas familias con historias desgarradoras".
Su pequeño triunfo es, de momento, una proposición no de ley con 257.000 firmas que ha presentado en el congreso pidiendo financiación para investigar el cáncer infantil. Ella ya ha donado el tumor de Lucía a los científicos con la esperanza de que cuenten con suficientes fondos para su investigación.