A los leones marinos se les conoce por su gran tamaño, sus simpáticos bigotes y sus frecuentes bostezos, pero no es que sean tan dormilones como parecen. Un reciente estudio de la Universidad Cardenal Herrera de Valencia descubre que los leones marinos también bostezan por ansiedad.
Estos animales pueden bostezar cuando se sienten en peligro o con altos niveles de estrés, bostezan, porque así elevan los niveles de la hormona cortisol en el organismo y les ayuda a estar en mejores condiciones para escapar de sus depredadores.
Un comportamiento que también aumenta cuando se encuentran en presencia de humanos. Además, gracias al estudio de estos leones marinos del Oceanogràfic ahora sabemos que no son tan diferentes a nosotros.
Ahora solo queda analizar si en los leones marinos también se produce el efecto contagio del bostezo.