Las llamas, sin piedad, arrasaron un rincón ecológico sin igual en Xàbia. "Había cientos de árboles, todo era una zona verde. Cuando se quemó, todo era tristeza. Todo quemado, todo negro", recuerda Miguel Ángel, jardinero escultor.
En medio de esa desolación, Miguel Ángel vio arte y vida por lo que pidió permiso para tallar en esos árboles ennegrecidos: "Me viene la inspiración, vengo, elijo algún tronco de los que me queda y voy sacando algún animal". Este jardinero escultor no usa ni martillo, ni cincel. "La motosierra es el boli, el pincel, y de ahí voy dándole las formas", asegura.
Siete meses de trabajo en su tiempo libre dan como resultado 16 figuras de animales: "Tampoco le puse precio. Yo lo hago para que no se vea esto feo".
Jirafa, camaleón... en ellos plasma su amor por la naturaleza y ya planea un homenaje en dos troncos: "Voy hacer un bombero y un árbol, el uno y el otro, el trabajo que forman", explica Miguel Ángel.
Una placa le rinde homenaje en el parque público que el Ayuntamiento piensa mejorar. "Podíamos hacer algún jardín, con un caminito para que los niños puedan aprender y ver que la naturaleza es maravillosa", asegura Doris Courcelles, concejala de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Xàbia.
"Del árbol que estaba quemado que se vea algún detalle de que aún algo vivo queda dentro", asegura este artista que ha conseguido que bosque vuelva a vivir gracias a sus manos.