"Cada vez que tengo que enseñar mi DNI es una humillación, cada vez que tengo que viajar con mi pasaporte es una humillación, cada vez que tengo que sacar un billete de bus es una humillación", ha lamentado Gabriel en declaraciones a los medios antes de entregar las firmas.
El joven ha asegurado que es una "injusticia bastante grande" no poder poner su nombre en el DNI. "No hago daño a nadie llamándome como me llamo. No le tengo que contar a nadie mi vida privada, nadie se tiene que enterar de que soy un menor trans, es una estupidez", ha sentenciado.
La familia de Gabriel presentó el pasado 12 de junio en el Registro Civil de Calatayud una solicitud para poder cambiar su nombre registral por el que utiliza habitualmente. La familia entregó informes médicos de diferentes especialistas donde se explica que ya ha iniciado su tratamiento hormonal con bloqueadores, así como la tarjeta sanitaria donde ya aparece su nombre.
A esa documentación se suma un informe del centro donde Gabriel estudia, que acredita que es su nombre habitual y así es tratado en clase por sus compañeros y profesores.
"Lo mejor que podía haber pasado es que nos hubieran denegado el auto, porque así hemos conseguido sacar de la ignorancia a mucha gente e informar a los que no sabían que existíamos que somos reales y que tenemos los mismos derechos que cualquier otra persona", ha apuntado el joven.