Cameron, un niño de cinco años de Carolina del Norte (Estados Unidos), padece una deformidad en sus dedos de las manos y los pies y no solo ha aprendido a vivir con ello, sino que ayuda a otros niños con sus mismos problemas a mejorar su calidad de vida.
Junto con Sarah, su madre, han diseñado y fabricado 44 dispositivos en 3D a modo de prótesis y soportes. Gracias a estos diseños, que él mismo diseña y utiliza, los niños que padecen su misma patología pueden sostener una pistola de juguete, manos para escribir y sujetar a la perfección utensilios de cocina.
Según explican en el diario 'The Guardian', para imprimir una mano 3D tardan unas 48 horas en realizar todo el proceso.
De esta forma el pequeño ha logrado superar mejor su condición además de aprender a hacer sus propios diseños de prótesis y a imprimirlas en 3D.