El obispo auxiliar de Madrid José Cobo reconoce, ante representantes de las víctimas, que se han equivocado: "Sentimos vergüenza y dolor, sería poco evangélico mirar hacia otro lado". El obispo es consciente de la poca credibilidad que les queda. "Es triste ir por la calle o el metro y te llaman pederasta", añade.
El representante de las víctimas agradece esta sinceridad, aunque subraya que no les vale el perdón, y que dentro de la iglesia confían en muy pocos. "Yo me he encontrado con auténticos diablos", apunta Juan Cuatrecasas, padre de una víctima y presidente de 'Infancia Robada'.
El obispo insiste en que quieren acabar con esta imagen: "Que esto no sea un terreno abonado para maltratadores. El delito es delito, el encubrimiento es encubrimiento".
José Cobo ha estado en el Congreso junto a otros representantes de víctimas, reclamando que se aumenten los plazos de prescripción de estos delitos. "A los políticos españoles les falta valentía y mandan mensaje de que la iglesia está por encima", afirma Miguel Hurtado, portavoz de 'Infancia Robada'.
Se quejan de que el Gobierno solo proponía que prescribieran a partir de los 30 años. Una medida que dicen dejaría desprotegidas a víctimas del caso del monasterio de Montserrat.
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Piden una regulación estricta
La lucha de los ludópatas por prohibir las tragaperras en los bares: "Un café te puede costar 300 o 400 euros"
Los detalles Más de 15.000 personas han firmado una petición para regular el acceso a las máquinas de juego en bares y cafeterías, que son el punto de entrada de muchos menores al juego y ponen en peligro el tratamiento de los adictos que se autoexcluyen.