El Ayuntamiento de Rincón de la Victoria, en Málaga, está retirando los árboles de La Cala del Moral -moreras, ficus y brachichitos- para sustituirlos por palmeras, una decisión que ha puesto a los vecinos en pie de guerra, hasta el punto de que han organizado sentadas para impedir su tala.
Así, un grupo de manifestantes se ha sentado alrededor de los árboles para protegerlos, mientras numerosas personas más les apoyaban con pancartas.
Incluso se han vivido forcejeos con la Guardia Civil y la Policía Local, que intentaban despejar la zona y alejar a los jardineros de los vecinos que protestaban. Finalmente, los operarios han cortado los árboles mientras los manifestantes, impotentes, asistían a su derrota.
"Significa que va a hacer un calor espantoso, estamos en pleno cambio climático", lamenta una vecina. Coincide con ella otra mujer que porta un parasol como símbolo de protesta: "Es lo que vamos a necesitar ahora", explica.
El Consistorio argumenta que los árboles salen muy caros por los gastos que implica limpiar las moras que dejan el suelo pegajoso, podar las ramas que invaden la calzada y las casas o las raíces que levantan el pavimento.
En su lugar, va a poner palmeras de coco plumoso, que -dice- dan sombra sin necesidad de poda ni casi gastos de mantenimiento.
Isabel es una de las vecinas que ha luchado por salvar estos árboles, muchos de ellos moreras, porque dice que dan nombre a su localidad, La Cala del Moral. "Recuerdo a mi padre, que nació en 1923, contarme que jugaba a la sombra de las moreras", relata.
Por su parte, Estefanía denuncia que las nuevas palmeras atraerán aun más a una plaga: las cotorras. "Son nidos de cotorras realmente. Las cotorras han matado a los gorriones, que están en peligro de extinción", asevera. Isabel, a su vez, lamenta que las palmeras "ni depuran el aire ni dan sombra". "Ni queremos, ni nos gustan", sentencia.