Patricia, Yara y Ginette, de España, Egipto y Australia respectivamente, son tres jóvenes de mundos muy diferentes pero que tienen en común haber sufrido acoso callejero.

Les ocurre al salir del metro, yendo solas a clase o mientras esperan a sus amigas. Ahora gracias a una aplicación, han compartido junto a otras 21.000 mujeres sus experiencias. Lo importante, según cuenta Patricia, es: "Saber y comprobar que yo no estoy sola y que no es solo mi problema, sino de todas las mujeres y todos los hombres".

Un grupo de hombres observa a una mujer en la vía pública.

Les preocupa, ante todo, la normalización del problema y que a nivel legal no se le de una respuesta firme. "Ha habido gente que se ha burlado de mí y también otros que han querido ayudarme pero no saben cómo porque no es algo concreto legal", lamenta Ginette, activista del Plan Internacional de Australia.

Incluso en algunos países se sigue culpando a las víctimas. En este sentido, Yara, cuenta: "Una amiga le contó a su padre que había sufrido acoso yendo al colegio. Él decidió que no fuera más a clase".

Frame 24.165096 de: ACOSO CALLE

Según la ONG 'Plan Internacional', el 40% evita volver al lugar donde fueron acosadas. El miedo les limita. Emilia Sánchez, directora de Incidencia Política de 'Plan Internacional', explica que "empieza con un piropo, pero luego viene un insulto y luego acabas corriendo huyendo". "Como nunca sabes en qué se va a convertir, ellas tienen miedo".

Patricia quiere lograr un cambio en el marco legal, Ginette ser arquitecta para hacer las ciudades más inclusivas para las mujeres y Yara dar clases de defensa personal a sus compañeras. Cada una, a su manera, están juntas en la lucha global para acabar con el acoso en las calles.