Desde el inicio ha sido un pulso contra natura. La cuarcita es la roca dura que ha interrumpido constantemente los avances del dispositivo.
Las microvoladuras en esa galería horizontal han facilitado el trabajo calificado como "una continua carrera de obstáculos".
Un rescate sin precedentes en España y lo han hecho en apenas un espacio de 200 metros cuadrados, removiendo 83.000 metros cúbicos de tierra.
Sería algo similar a rellenar 33 piscinas olímpicas aproximadamente, porque la tierra tiene mayor densidad que el agua.
Para ello, 19 máquinas no han parado de trabajar durante las 24 horas de cada día. De ellas, 12 son de la máxima potencia. Destaca una megaperforadora de 75 toneladas de peso y 70 metros de longitud con la que se hizo el pozo vertical.
Para su acceso, se construyó una plataforma en tiempo récord: dos días y medio, cuando lo normal se estima entre dos y tres meses.
Sesenta metros de una tubería ancha, de un metro con diez centímetros de diámetro es lo que se ha necesitado para el encamisado. Y además, 75 metros extra de otra tubería más estrecha para finalizar este trabajo. La jaula de acceso, de unos 300 kilos pero capaz de soportar unos 500 kilos, se remató en 42 horas.
Una labor en la que han trabajado 300 personas, apoyadas por un equipo de 18 psicólogos, con la participación de diez administraciones distintas y la colaboración de 12 empresas privadas, aunque se llegaron a ofrecer más de 60 de todo el mundo.