A Javier Vilalta le han llevado a juicio por, supuestamente, ocultar su homosexualidad de manera deliberada: "He sido juzgado por mi sexualidad. Me han demandado y me reclaman 10.000 euros por daños morales y económicos", ha contado a laSexta. La demandante es su exmujer, con la que estuvo cinco años y de la que se divorció por mutuo acuerdo en 2011.
"Que una persona diga que yo soy homosexual desde los 14 hasta los 36 es una infamia. Que no pasaría nada porque lo hubiera sido, pero no es real", ha proseguido explicando Javier. Según la demanda, él, que se declara bisexual y que ahora mantiene una relación con otro hombre, siempre ha sido conocedor de su homosexualidad.
Según Javier, esto es "totalmente falso" porque ha tenido "un sinfín de relaciones con mujeres", y ha acabado sentenciando el texto que afirma que utilizó el matrimonio como tapadera: "Yo tengo 43 años y tengo la suerte de no haber tenido que simular ninguna relación, pero hay mucha gente sí, y no por engañar. Son víctimas de una sociedad que no reconoce la diversidad en el amor".
Según las asociaciones LGTBI, esta demanda es completamente discriminatoria. "Primero, no tiene en cuenta que la sexualidad evoluciona a lo largo de la vida, que puedes tener una orientación sexual en un momento dado y que esta misma vaya variando", ha destacado Mar Ortega, miembro de la FELGTB.
"La demanda es una negación de la bisexualidad. En todo momento habla de homosexualidad", ha denunciado Carmen García de Merlo, presidenta de COGAM. La demanda se aferra al artículo 73 del Código Civil que se refiere a la nulidad del matrimonio: "Tú puedes defraudar a Hacienda o cometer un delito y prescribe, pero amar no prescribe".
Para Javier, se trata de un juicio público sobre la orientación sexual de una persona: "Pone entre líneas que la libertad sexual no es aceptada en según que partes de la sociedad, y que ojo con lo que haces porque puedes ser juzgado". Según la demandante, ha detallado Javier, se habría resuelto así: "Con que una mujer hubiera ido a declarar que ha tenido sexo conmigo".
Algo a lo que Javi y su abogado se han negado porque insisten: atenta directamente contra contra los derechos humanos.