El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) exigió protección para los que se dedican a la asistencia humanitaria, "una hazaña heroica", muchos de los cuales han muerto en esa tarea, y para las niñas y niños del mundo.
Al conmemorar el Día Internacional de la Asistencia Humanitaria, la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, rindió tributo a quienes han perdido la vida en ese trabajo y reafirmó el compromiso de la organización con los millones de niños y jóvenes que necesitan de ese apoyo y protección.
"El trabajo de nuestros compañeros humanitarios, brindando ayuda y esperanza a millones de afectados por conflictos y desastres en todo el mundo, es una hazaña heroica. Con demasiada frecuencia este trabajo se da por descontado", argumentó.
Recordó la "valentía, dedicación y sacrificio" de estas personas, de lo que dijo haber sido testigo cuando visitó Yemen y Sudán del Sur, "uno de los países más peligrosos para los trabajadores humanitarios" y donde un convoy humanitario de Unicef fue atacado.
El ataque al convoy, identificado con las siglas de Unicef y que llevaba suministros educativos, causó la muerte de un trabajador. Su muerte elevó a 107 los trabajadores humanitarios asesinados desde que comenzó el conflicto en Sudán del Sur en 2013, según la organización.
"Hoy, lloramos sus muertes y celebramos su dedicación", señaló Fore, para agregar que "debemos hacer más que rendir homenaje a nuestros colegas y amigos. Debemos exigir protección siempre que sea posible para aquellos que se dedican a proteger las vidas de otros y para los niños y niñas del mundo".
Destacó que, pese a los peligros a que se enfrentan estos trabajadores, les une la causa de salvar la vida de los niños, sus derechos "para darles una infancia en la que estén protegidos, sanos y educados, una oportunidad de desarrollar su potencial para que algún día puedan ayudar a construir un mundo mejor".
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