La playa de Tavernes ha perdido la primera línea de playa a causa de los diferentes temporales. Las casas de la zona intentan resistir a los embates del mar. Mientras tanto, los vecinos han comprado escaleras para poder darse un baño. Manuela, propietaria de una de las casas afectadas, asegura que el método que utilizan no es seguro, pues la escalera está en el aire.
Tanto ella como el resto de afectados están desesperados por los daños que han causado en sus casas los últimos temporales. Cada vez que van, se encuentran la playa de una manera diferente y sus propiedades se deterioran sin que la demarcación de costas les permita actuar. El acceso a la playa está hundido y completamente bloqueado. Los vecinos se quejan de que costas, desde hace casi un año, no les permite hacer reparaciones. "Bajar por la escalera es imposible pero la ley de costas no deja hacer una escalera nueva", cuenta María, otra de las propietarias.
"Llevamos un año así y los daños van aumentando. Cuanto más pase el tiempo, más cara será la reparación e igual llega un momento que ya no vale la pena reparar nada", se queja Vicente, hijo de propietario. Para frenar la regresión en Tavernes de la Valldigna, entre mayo y junio el ministerio realizó aportes de casi 80.000 toneladas de arena. Pero el mar se ha comido ya el 70%. "En quince días toda la arena que trajeron desapareció", asegura Joaquín Verger, presidente Asociación SOS Playa Tavernes. Por eso piden soluciones contundentes.
"La reposición de arena es pan para hoy pero hambre para mañana", explica Noelia Alberola, teniente de alcalde del Ayuntamiento de Tavernes de la Valldigna. Así, Verger asegura que la solución sería hacer escolleras paralelas al mar a unos 500 metros de la costa, pues retendrían la arena y servirían de rompe olas.
Multitudinaria manifestación en Valencia
Una madre, contra la desastrosa gestión de los centros educativos en las zonas afectadas por la DANA: "Las cosas no se están haciendo bien"
"Las cosas no se han hecho bien, ni se están haciendo bien", ha indicado esta madre del colegio Jaume I, de Paiporta. Protesta por el caos y desorganización en la gestión, así como por la ausencia de "caminos seguros" para asistir a ellos.