Vecinos de la localidad castellonense de Vall d'Uixó han paralizado el derribo de una cruz tras concentrarse en la Plaza de la Paz mientras las máquinas llevaban a cabo las labores de retirada.
La polémica comenzó cuando el Ayuntamiento de la localidad decidió quitar la cruz al considerarla un símbolo franquista y alegando que se hacía para cumplir con la Ley de Memoria Histórica pese a que en 1979 un alcalde comunista retiró los símbolos que tenía y cambió el nombre de la plaza, que entonces se llamaba Plaza de los Mártires por el de Plaza de la Paz con el fin de unir a toda la ciudadanía.
Hoy en día es solo una cruz que no representa ninguna ideología, pero el Consistorio quiere cambiarlo por la figura de un ángel.