Lleva cinco años
Vestido con casulla, estola y crucifijo, pero en la Diócesis no le conocen: el falso cura que oficia funerales en Bilbao
El contexto La Diócesis de Bilbao advierte sobre un hombre que, sin ser sacerdote, ha celebrado despedidas religiosas en tanatorios durante años, engañando a las familias y lucrándose con ceremonias fraudulentas.

La Diócesis de Bilbao ha emitido una advertencia sobre un hombre que, bajo el nombre de Carlos y alegando pertenecer a la orden franciscana, ha estado oficiando despedidas religiosas en distintos tanatorios de Bizkaia durante al menos cinco años. Sin embargo, ni la congregación franciscana ni la propia Diócesis tienen constancia de su ordenación como sacerdote, por lo que han instado a investigar un posible caso de intrusismo religioso.
El supuesto clérigo acude a los velatorios ataviados con casulla, estola y crucifijo, presentándose como franciscano. Sin embargo, la comunidad religiosa lo desmiente rotundamente. "Es un sinvergüenza, porque lo que está haciendo es conseguir dinero a costa de una realidad tan miserable y pobre como es la muerte", denuncia el padre franciscano Jesús Mari Madariaga.
Advertencias de la Diócesis y reacciones de los tanatorios
La Diócesis de Bilbao ha alertado a los tanatorios sobre la presencia de este falso sacerdote e insta a que informen a las familias que soliciten servicios religiosos. "Pedimos que se avise a los afectados y que se investigue este caso", declaró el vicario general, Kerman López.
Por su parte, algunos tanatorios han abierto investigaciones para esclarecer los hechos y evitar futuras irregularidades. Según expertos legales, las familias afectadas podrían reclamar la devolución del dinero pagado por los servicios fraudulentos e incluso solicitar una indemnización por la vulneración de sus sentimientos religiosos.
A pesar de la polémica, ninguna de las familias presuntamente estafadas ha interpuesto una denuncia formal hasta el momento. No obstante, la orden franciscana insiste en calificar la situación como un engaño. "Es un timador de los pies a la cabeza", concluye Madariaga.