Al grito de "Queremos ver la monja, que no está muerta", las víctimas del robo de niños no se creen la muerte de Sor María, implicada en varios casos de supuesto robo de bebés.
"Porque lo mismo han hecho con Sor María lo que hicieron con nuestros hijos", comenta una de las víctimas del caso que se manifestaba en Madrid.
La muerte de la religiosa ha caído como un jarro de agua fría en las víctimas. Advierten de que su caso es especial, porque quienes tienen las claves para solucionarlo son personas muy mayores y existe el riesgo de que fallezcan sin contar qué paso realmente.
Antonio Barroso, de la Asociación Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares cree que el Gobierno "ralentiza el proceso para que la gente se muera y no pase nada".
Hoy han venido ante la fiscalía, justo dos años después de que se abriera la investigación sobre los bebés robados. Se ha avanzado mucho, pero también se quejan de que han rechazado el 70% de los casos.
Las víctimas reclaman que se reabran la gran mayoría de los casos, después de que el fiscal dijera que se trata de un delito de detención ilegal y que, por tanto, no puede prescribir.