Trabajando conjuntamente con reservas privadas, estatales y comunitarias, la organización Project Rhino lleva desde 2015 descornando rinocerontes en la región sudafricana de KwaZulu-Natal (este), la segunda con más mamíferos de este tipo de la nación y la que cuenta con más diversidad genética, en una medida que a priori suena controvertida.

"No es doloroso para los animales, es exactamente como cortar una uña. El animal está sedado pero consciente y le tapamos los ojos y los oídos", explicó Chris Galliers, coordinador de Project Rhino, quien asegura que la iniciativa está dando buenos resultados.

Un rinoceronte embiste a un coche con una familia dentro en un parque de México

"En las reservas en las que lo hemos hecho, antes de 2015, el numero total de rinocerontes cazados suponía el 25% del total de la provincia. Desde que el descuerne empezó, esa cifra bajó al 5%; los números nos dicen que la amenaza se reduce muy sustancialmente", detalló Galliers.

Con un total de alrededor de 20.000 ejemplares si se combinan las cifras de los blancos y negros (ambas, especies en peligro de extinción), Sudáfrica alberga la mayor colonia de rinocerontes del mundo y sus reservas se usan para repoblar otros paisajes africanos donde prácticamente han desaparecido.

El último rinoceronte blanco del norte macho que quedaba en el mundo

Pese a los esfuerzos para protegerlos, solo en ese país murieron en 2017 más de un millar a manos de los furtivos que buscan hacerse con el preciado cuerno, normalmente contratados por mafias.

En el mercado negro, el cuerno alcanza valores de entre 60.000 y 80.000 dólares por kilo y va a parar principalmente a países asiáticos como China o Vietnam. Allí se le atribuye propiedades medicinales, se emplea en joyería o se usa como símbolo de estatus socioeconómico.

Pareja de rinocerontes blancos, en peligro de extinción

Hay quienes, incluso, lo compran como inversión de futuro contando con que un día los rinocerontes se extinguirán y los cuernos valdrán una fortuna.

En Sudáfrica, las alarmas por la escalada de la caza furtiva empezaron a sonar en 2008 -en 2007 solo habían muerto 13- y, para las reservas naturales desplegadas por todo el país esto ha supuesto un incremento de entre el 35 y el 50 % en los costes de seguridad.

Los cuernos de rinoceronte, un valioso tesoro

Algunas no pueden asumirlo y optan por no tener rinocerontes, con lo que a las muertes directas, la caza ha sumado la reducción del hábitat de esta especie.

En este escenario, la opción de serrar el cuerno aparece como un mal menor. "No es una situación ideal, no es algo que nos guste hacer porque, por un lado, es muy costoso y, por otro, son animales salvajes. Lo mejor sería no molestarles", expuso Galliers.