Los delfines son los cetáceos a los que más les gusta el acercamiento con los humanos, pero Zafar, un delfín que nadaba por la pequeña localidad de Landévennec, se ha tomado demasiadas libertades y ha provocado la clausura de la playa.

Roger Lars, el alcalde de la ciudad, ha cerrado la playa al baño y embarcaciones tras alertar un extraño comportamiento en el animal.

Zafar se frotaba contra los bañistas, flotadores y embarcaciones y, aunque no mostraba una actitud agresiva, si suponía un peligro, ya que lo que quiere este cetáceo es tener sexo con los humanos.

El delfín se interponía entre la orilla y los bañistas impidiendo su salida del agua, "a menudo con su pene rosado de unos 20 centímetros erguido" según informan en el diario 'Le Telégramme'.

"Uno no debe acercarse a nadar junto a un animal que tenga una madurez completamente sexual", confirmaba Marie-Christine, una mujer que lleva siguiendo muy de cerca la trayectoria del animal.

Aunque el cierre de la playa ha sido de manera preventiva, el alcalde ha recibido duras críticas porque a los ciudadanos les parece algo excesivo e injusto.