¿Conducimos mejor o peor de lo que creemos? En una nueva campaña, Ponle Freno nos lo descubre. Varios padres han sido sometidos al polígrafo más despiadado: se han enfrentado a las confesiones de sus hijos.
Pecados peligrosos e inconfesables que los pequeños te destripan en un segundo, como: "¿Alguna vez ha utilizado el whatsapp mientras iba conduciendo?". Si bien los adultos responden "no", los más pequeños confirman lo inconfesable: que "alguna vez 'wasapea'".
Entre las confesiones se encuentran verdaderas temeridades, porque los adultos no somos tan cívicos y hay que ponerse las pilas, porque estos conductores del futuro calcarán lo que hacemos y lo que decimos.