El fotógrafo Bob Carey y su mujer, Linda, dejaron atrás una cómoda vida para empezar una nueva en la Costa Oeste de Estados Unidos. Un cambio grande a muchos niveles, pero ninguno tan importante como el que les sobrevino seis meses después: Su mujer fue diagnosticada con cáncer de mama.
Bob intentaba divertir a Linda y que olvidara el dolor
Inicialmente la suerte les sonrío, y ella consiguió vencerlo... Hasta el 2006, cuando sufrió una recaída. Para para divertir a su mujer y hacerle olvidar el dolor de su enfermedad, comenzó a hacerse fotografías vestido únicamente con un tutú rosa y calcetines en numerosos paisajes pintorescos, en las que brilla el humor, pero que encierran también cierta melancolía y humanidad.
Y dieron un resultado mejor del esperado. Pronto comprobaron que los efectos de sus fotos eran universales. Linda se las enseñó a sus compañeras en el hospital y las risas pronto levantaron el ánimo de los pacientes. Así comenzó 'The Tutu Project'.
Tras nueve años luchando contra la enfermedad, asegura que, sorprendentemente, fue el cáncer el que les enseñó que la vida es maravillosa. "A veces, lo único que puedes hacer para afrontar un nuevo día es reírte de tí mismo, y compartir la risa con los demás", escribe en su blog.
Ahora, vende un libro en el que recopila todas sus fotografías con el tutú. Los beneficios van destinados en su totalidad a una fundación que ofrece apoyo a mujeres que sufren este tipo de cáncer, y espera que la comprensión y la risa les ayuden a seguir adelante. Porque sabe que, donde hay risas, el dolor no tiene cabida.