Un adolescente aborigen de 15 años se ha quitado la vida un año después de sufrir una violación por tres hombres en la casa familiar. Según informa 'The Australian', el menor intentó contarle lo ocurrido a sus padres, pero "estaban demasiado borrachos para entenderlo".

Un año después de contar que había sufrido la violación múltiple en la casa de su familia en una ciudad de Australia Occidental a trabajadores de protección civil, el cuerpo del joven ha sido encontrado en un campamento en la ciudad de Kununurra, tal y como afirma el 'Daily Mail'.

Los informes escolares describieron al adolescente como una persona "agradable", aunque tenía un historial problemático de drogas y alcohol, ya que provenía de un hogar donde la violencia y el abuso del alcohol eran comunes. Además, tenía un bajo índice de asistencia escolar de entre el 35% y el 54%.

Su caso salió a la luz después de que una persona que no era familiar denunció las violaciones, lo que llevó al menor a contarle finalmente a los trabajadores de protección infantil lo que sucedió. Sin embargo, menos de un año después han encontrado su cuerpo.

La investigación del este caso también ha estudiado el de otros 12 niños que se quitaron la vida en Kimberley, Australia Occidental, entre 2012 y 2016 y que también se trataba de jóvenes aborígenes.