Fluffy, una cría de oso polar, nació el pasado 1 de diciembre en el zoológico de Berlín, y los cuidadores se centran en mantenerla con vida.
Las crías recién nacidas son muy sensibles a coger una infección, sobre todo durante los diez primeros días de vida. Al ser el riesgo muy alto, los cuidadores del parque la han dejado junto a su madre, Tonja, en cuarentena.
Ambas estarán durante seis semanas aisladas en una habitación más tranquila y vigilada. Si la osedna consigue sobrevivir, lo más seguro es que los visitantes puedan disfrutar de ella en primavera.
Muchos oseznos recién nacidos mueren a los pocos días de nacer, como fue el caso de Knut en 2011, el anterior cachorro que tuvo el zoo de Berlín.