Mientras buscaban a su mascota desaparecida, varias personas acabaron en un mercado de carne en China. Allí comprobaron cómo estaban a punto de sacrificar a 20 cachorros para vender su carne después a unos ocho euros el kilo.
Para evitar que esto ocurriera, reunieron el dinero necesario para comprarlos vivos y evitar que los mataran. Finalmente, todos los perros fueron liberados y la emoción del momento fue tal que uno de ellos 'rompió a llorar'.
Los animales fueron trasladados hasta un centro veterinario de la ciudad china de Kunmíng y después fueron dados en adopción.