Guillermo Azábal cubría el mitin de Donald Trump en Butler, Pensilvania, cuando Thomas Crooks disparó contra el expresidente de Estados Unidos, que sin embargo pudo salvar la vida. El periodista, que estaba a unos pocos metros del candidato republicano en ese momento, cuenta en Al Rojo Vivo cómo el público pasó de la euforia al pánico y, de nuevo, a vitorearle "en cuestión de segundos".
No obstante, el enviado especial de la agencia Efe denuncia también lo ocurrido instantes después del atentado, cuando seguidores de Trump se encararon con la prensa: "Un grupo de radicales", cuenta, una vez "sacan al presidente y entienden que no hay mucho más peligro", se dieron la vuelta para "dirigirse a la prensa y culpar al gremio". "Como si fuésemos culpables no sé exactamente de qué, llamándonos algo así como 'cerdos manipuladores de izquierda'", detalla Azábal.
"Si la Policía no llega a intervenir, después del intento de asesinato del presidente Donald Trump hubiéramos tenido alguna agresión física a la prensa también", lamenta el informador, que detalla que, instantes antes de ser atacado, Trump estaba centrando su intervención en su habitual discurso contra la inmigración.
Fue entonces cuando se produjo un "giro de guion": "El tirador estaba muy lejos, pero parecía como si estuviera escuchando el discurso, porque poco después de que diga 'este país está lleno de personas peligrosas y hay que limpiarlo', se producen las deflagraciones", cuenta el periodista, cuyo relato en primera persona puedes escuchar en el vídeo que ilustra estas líneas.