Este fue uno de los debates más importantes en la Cámara de los Comunes. El principal punto era analizar la salida del Reino Unido de la Unión Europea, algo que no pareció importarle a Jacob William Rees-Mogg, defensor del Brexit duro.
El diputado del Partido Conservador mostró su desidia durante todo el acto: escuchaba lo que ocurría tumbado en su asiento, incluso llegó a cerrar los ojos en varias ocasiones. Una postura que ha sido muy criticada por la oposición, que considera que es la personificación de la arrogancia y los privilegios.
María Llapart le ha preguntado por esta polémica a Giles Tremlett, corresponsal de 'The Guardian' en España. El periodista ha explicado que el diputado "no es un personaje normal". "En ese momento representaba el papel de portavoz del Partido Conservador, pero es de los talibanes brexiteros", ha señalado
Además, ha destacado que pertenece "a la aristocracia británica, se cree por encima de todo y ese desprecio se ve en su postura y en su manera de dirigirse al Parlamento".