Antonio Peláez estaba grabando un documental ante el recinto donde Donald Trump celebraba su mitin justo cuando Thomas Crooks disparó contra él, matando a un asistente al acto e hiriendo de gravedad a otros dos. "Escuché los disparos", explica el periodista, que reconoce que en un primer momento no dio importancia a ese sonido, hasta que empezó a ver a la gente salir del recinto, en una zona abierta y rural donde "podía haber fácilmente 20.000 personas".

Él y el director del documental estaban fuera grabando testimonios para un film que versa, precisamente, sobre la pérdida de confianza en las elecciones: "Justo estábamos fuera del recinto y vimos a la gente salir, algunos corriendo pero de manera muy ordenada", relata Peláez, que presenció cómo las ambulancias se marchaban y llegaba el helicóptero medicalizado que trasladó a Trump al hospital, donde ya ha sido dado de alta.

Según explica, muchos de los asistentes al mitin a los que entrevistaron tras el intento de asesinato pensaron al principio que los disparos eran fuegos artificiales y se preguntaban "qué falló para que a 125 metros de donde estaba el estrado" y desde un edificio "que estaba fuera del perímetro de seguridad" -al que era imposible de acceder sin pasar un control de metales o con mochilas siquiera- hubiera "parapetada una persona que podía disparar directamente a Trump". "Le abatieron enseguida porque detrás de Trump sí que estaban agentes del Servicio Secreto con sus rifles preparados, pero ese edificio parece que estaba sin vigilar", puntualiza Peláez.

Asimismo, el comunicador destaca el orden con el que los asistentes al acto electoral lo abandonaron, entre ellos personas mayores que necesitaban asistencia para desplazarse y que "estaban realmente conmocionados" y "muchísimos niños", algunos incluso en carritos, "que estaban completamente en shock". "Ayudamos también a abrir unas vallas para que pudieran salir", cuenta, explicando que "cuando llegó la ambulancia todo el mundo se abrió y la ambulancia pudo salir enseguida".

La sensación, señala, era "de calma a la hora de salir" e "indignación por lo que había ocurrido", con "mucha gente diciendo que el único que lo puede solucionar es Trump" y "la idea de que esto refuerza" su liderazgo. "Una señora que entrevistamos inmediatamente después del tiroteo señalaba esa imagen de él levantando el puño y diciendo 'fight'", detalla. Puedes escuchar su testimonio completo en el vídeo que ilustra estas líneas.