Nada más conocer el asesinato del pequeño Mateo, un niño de 11 años de Mocejón, ultras de la extrema derecha comenzaron a esparcir bulos racistas por redes sociales, ataques que está recibiendo también Asell Sánchez, portavoz de la familia del niño asesinado en Mocejón, por sus viajes a África. "Está siendo terrible. Me están marcando e investigando mi pasado", ha confesado Sánchez.

Ante esto, el periodista y escritor Antonio Maestre explica un suceso histórico que "fue un paradigma", ocurrido tras la II Guerra Mundial y "que puede servir para ver cuál es el modus operandi (de la extrema derecha), porque no es nuevo, aunque ahora lo usen con las redes sociales".

Se trata del del pogromo de Kielce de 1946. Explica Maestre que un niño despareció durante dos días y cuando apareció, la familia acusaron a un hotel donde había refugiados judíos alojados de retenerle y haber abusado de él. Era mentira. "Lo que ocurrió fue hubo un podromo y asesinaron a 41 de esos refugiados", cuenta el periodista.

Y aquí, en este caso de Mocejón, añade el periodista, "el modus operandis es el mismo: utilizar un hecho luctuoso, utilizar el lapso de poco tiempo para poder informar y mandar esos bulos contra el enemigo (en este caso contra los migrantes) y azuzar el odio contra ellos, buscando la reacción de una turba".

"Alvise Pérez señala al hotel de menores no acompañados en Mocejón cuando no hay información todavía sobre quién ha asesinado al niño, para que alguien hago el trabajo por él", explica Maestre. Por lo que el objetivo no es otro que el de "generar un miedo, en base a la falta de información (porque la investigación avanza lento) y la conmoción por el suceso, que provoque una reacción violenta contra quienes ellos han dirigido el odio, en este caso, contra los migrantes menores que estaban alojados en este hotel".

En este caso, lo intentaron "pero no lo consiguieron", afirma Maestre, sin embargo, "basta que lo consigan para que haya alguien en la zona que considere que debe tomarse la justifica por su mano y empezar. Y una vez que empiezan uno o dos, la turba va detrás", añade el periodista.

De este modo, asegura que es fundamental actuar contra estos mensajes de odio. Fuentes de la Fiscalía han informado al periodista que están mirando a ver si algunos de esos mensajes (que lanzó la ultraderecha) son "constitutivos de delito", pero "yo creo que van tarde y van muy despacio y creo que deben actuar de una forma proactiva, porque es una obviedad que existe motivaciones contra colectivos vulnerables, que es lo que dice el delito de odio", asegura Maestre.

"Y si la ley no recoge de forma clara cómo se puede hacer, habrá que cambiar la ley, pero como no se actúe contra estos mensajes, va a ocurrir una desgracia. Y va a ocurrir, es una cuestión de tiempo", concluye el periodista.