En 1989, tres diputados de Batasuna (Aizpurúa Egaña, Idígoras y Alcalde) acataron la Constitución prometiendo por "imperativo legal" después de que la Junta de Portavoces hubiera decidido que las únicas fórmulas válidas eran "sí, juro" o "sí, prometo".
El entonces presidente del Congreso, Félix Pons, decidió expulsarles del hemiciclo al considerar que no cumplieron con la fórmula requerida. Sin embargo, recurrieron y el Constitucional amparó en 1990 en la libertad ideológica la promesa por imperativo legal de los diputados de Herri Batasuna.
La periodista Nativel Preciado recuerda que era la primera vez que ocurría una situación semejante y con tres batasunos y piensa que por eso se actuó de una forma improvisada. "Si en aquella época sucede lo de este martes, habrían salido esposados del Congreso", asegura.