Las elecciones en Estados Unidos se celebran el 5 de noviembre. Sin embargo, el primer debate se celebra un 27 de junio, una situación totalmente inusual en la historia electoral estadounidense. Según informaba 'The New York Times', esto se debe a que Joe Biden quiere "llamar la atención de los estadounidenses más pronto que tarde" de cara a la importancia de esta campaña.

En el especial de Al Rojo Vivo con motivo de este debate, el profesor de relaciones internacionales Pedro Rodríguez analiza las consecuencias que puede tener celebrar un debate con tantos meses de antelación a las elecciones. "Hay tiempo para corregir. Si hay suerte, habrá un segundo debate a la vuelta del verano, en septiembre. Este tiempo, si alguno comete un error catastrófico, da una cierta esperanza a corregir el tiro", explica.

Para Rodríguez, la clave está en convencer "a un porcentaje muy reducido" de votantes, a los que califica como "odiadores dobles". Estas personas son las que no estarían a favor ni de Biden ni de Trump, un porcentaje de estadounidenses que es el más alto de los últimos 25 años.