Losdatos científicos son preocupantes. El Parque Nacional de Doñana es un mosaico de ecosistemas de una biodiversidad única que está en peligro. Desde 1981, Doñana está considerada Reserva de la Biosfera, su extensión ha sido ampliada a 268.294 hectáreas, y es Patrimonio Mundial de la Unesco desde 1994.
Pero esto no ha evitado que sus estado haya ido deteriorándose en los últimos años. Según datos aportados por el CSIC, más de la mitad dE las 3.000 lagunas de doñana han desaparecido total o parcialmente. Solo un 10% están en buen estado.
Además, el 80% de las lagunas temporales, las que se secan en verano, se desecaron antes de lo esperado. Eso no es solo culpa de la falta de lluvia, sino también del impacto del uso de los acuíferos en áreas colindantes del parque, entre las que destacan una proliferación descontrolada de explotaciones dedicadas al cultivo de fresa.
También hay un 19% de las lagunas que se han perdido completamente.
El tremendo impacto que eso tiene repercute en la fauna y la vegetación de la zona. Por ejemplo, los anfibios han reducido su presencia en Doñana: de las 4,3 especies por kilómetro cuadrado que había en 2003 a las 3,5 especies por kilómetro cuadrado que se registraron en 2021.