Desde que este lunes una serie de seísmos y réplicas arrasaran gran parte de Turquía y Siria, son miles las víctimas que han quedado atrapadas entre los escombrosque han dejado los millares de edificios destruidos; personas sepultadas bajo ruinas que han hecho todo lo posible durante muchas horas para sobrevivir, a la espera de que alguien los rescatara. El tiempo se agota, y la ventana de días para el rescate parece prácticamente cerrada. No obstante, todavía se sigue salvando a nuevas víctimas.

Es el caso de un joven turco de 18 años que no ha sido rescatado hasta la madrugada del viernes. Ante las cámaras, revelaba que había conseguido sobrevivir cuatro días bebiendo su propia orina. Así lo expresaba él mismo, ante la alegría y los aplausos de rescatistas y vecinos que siguen trabajando en busca de más víctimas: "Bebí mi popia orina para sobrevivir. Pude sobrevivir así, gracias a dios".