El 19 de abril de 1995, ETA estuvo a punto de acabar con la vida de José María Aznar. Los terroristas conectaron 200 metros de cable a un coche bomba que estalló al paso del entonces líder de la oposición, quien, sin embargo, salió ileso.
Hoy sabemos qué factores salvaron la vida del dirigente del PP, en un atentado que pudo cambiar la historia de España y pese al cual Aznar acabaría gobernando entre 1996 y 2004.
El que fuera su chófer desde 1989 y hasta el año 2015, Estanislao Cumplido, recuerda en 'Anatomía de...' "una explosión muy fuerte" en la que, sin embargo, "el coche no se movió del sitio". Tomás Alonso, que resultó herido en el atentado, recuerda "una explosión seca" y "mucho humo negro"
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Emilio Verano, vecino de la madrileña calle José Silva, donde tuvo lugar el ataque, recuerda cómo despertó "del susto" e inmediatamente fue a comprobar que su madre estaba bien. El entonces secretario general del PP, Francisco Álvarez-Cascos, cuenta que se enteró por una llamada de la secretaria personal de Aznar: "Me quedé sobrecogido", rememora.
Juan Carlos I, presidente de Honor
La SGAE contrató a Urdangarin y al instituto Nóos para limpiar su mala imagen: "Era un cliente perfecto"
"Eso fue cojonudo", espeta Ramoncín sin poder contener las risas, ya que el Instituto Nóos aprovechó para venderles al rey Juan Carlos I, quien terminó convirtiéndose en Presidente de Honor de la SGAE. "Nos chulearon durante tres años y nos sacaron 100.000 euros anuales", reconoce Víctor Manuel.